LA MUERTE ES UNA VENTANA A LA VIDA

Descripción de la publicación.

Alejandra Trejo

11/22/20233 min read

Foto: Alejandra Trejo

En el contexto del mes de Noviembre y la celebración del día de muertos, propongo reflexionar desde la disciplina antropológica, acerca de la muerte.

¿Por qué hablar de la muerte como una ventana a la vida?

La antropología en su amplio sentido se dedica al estudio de las poblaciones humanas del pasado y del presente, es por ello que sobre todo, se interesa de las prácticas y comportamientos de las diferentes sociedades y culturas. En este sentido, comprende que el tratamiento que se le da a los muertos y a la muerte en su práctica ritual y funeraria esta inmersa en un cúmulo de comportamientos humanos que atienden a la cultura y contexto en que los individuos se desarrollan y en este caso, al trato y significado que la muerte y los muertos les representan en su sistema de creencias.

El antropólogo funcionalista Malinowski planteó que la muerte es un elemento constitutivo de la vida humana, que permite generar no sólo prácticas de acompañamiento ritual, sino también entender que la muerte es una necesidad básica que todos los seres humanos debemos satisfacer con respecto al grupo al que pertenecemos. Es por esto que podemos conocer mucho de una sociedad, de sus poblaciones y de sus culturas a través del comportamiento que tienen hacia la muerte, pues la muerte es parte de la vida y, por tanto, está íntimamente ligada con la cosmovisión y organización de la vida que tienen los diferentes grupos humanos.

En general, en México se celebra el día de muertos el 1 y 2 de Noviembre, durante estas fechas es costumbre colocar ofrendas y visitar los cementerios para recordar y acompañar a los que se han ido. Esta tradición que tiene sus variantes en las diferentes regiones del país tiene raíces que nos conectan con el pasado y con la manera en que se concebía la muerte y se trataba de conectar con ella.

Louis- Vincent Thomas es uno de los máximo exponentes de la antropología de la muerte y propusó el entender que los rituales funerarios se realizaban para socializar la pérdida de un ser querido, para lograr que la parte inmaterial de su cuerpo llegara al mundo de los muertos y para disponer de su cadáver.

Aunado a lo anterior también podemos decir que la muerte es una ventana a la vida, porque a través de los vestigios que esta deja, como son los restos osteológicos y contextos funerarios se puede obtener información sobre el pasado de aquellos individuos, sobre quiénes eran y cómo vivían.

¿Quiénes han estudiado la vida a través de la MUERTE, sus restos osteológicos, así como contextos funerarios y prácticas rituales?

Earnest Hooton durante la década de 1930. En su estudio de los materiales óseos procedentes de Pecos Pueblo, Nuevo México, realizó un análisis paleoepidemiológico, tomando en cuenta la información biológica y cultural de más de dos mil entierros.

Durante esos mismos años, el antropólogo físico mexicano Javier Romero Molina se encontraba realizando este tipo de investigaciones en nuestro país, cuyo legado en materia de modificaciones craneanas y dentales, así como sobre las trepanaciones, resulta invaluable.

Es así que disciplinas como la Antropología Física y Bioarqueología a traves del estudio de los restos materiales y simbólicos que deja a su paso la muerte, en este caso huesos, en conjunto con el análisis de los contextos funerarios y rituales han contribuido a comprender la concepción que se tenía de la vida y del cuerpo humano en las sociedades del pasado.

REFERENCIAS:

Chávez Balderas, Ximena, “Bioarqueología. Reconstruyendo la vida a partir de la muerte”, Arqueología Mexicana núm. 143, pp. 24-25. https://arqueologiamexicana.mx/mexico-antiguo/bioarqueologia-reconstruyendo-la-vida-partir-de-la-muerte

Pérez, D., & Brian, A. (2012). La antropología de la muerte: Autores, enfoques y períodos. Sociedad y religión, 22(37), http://www.scielo.org.ar/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1853-70812012000100007

Thomas, L. V., & Lara, M. (1983). Antropología de la muerte (p. 640). México: Fondo de cultura Económica.